Empezamos 2013 con números optimistas. Los últimos datos del paro nos dan un respiro (sobre todo le dan un balón de oxígeno al gobierno y obviamente a los que han conseguido trabajo)
Empezamos 2013 con números optimistas. Los últimos datos del paro nos dan un respiro (sobre todo le dan un balón de oxígeno al gobierno y obviamente a los que han conseguido trabajo): el paro bajó en diciembre de 2012 en 59.094 personas, cuando en el mismo periodo de 2011, el desempleo subió en 1.897 personas. Aún así, el año concluyó con 4,8 millones de parados en España, lo cual sigue siendo un muy mal dato para el quinto año de crisis económica en España. Otros países igual de endeudados que nosotros (como EEUU) están creando empleo gracias a las políticas de crecimiento impulsadas por su gobierno.
Mientras tanto muchos españoles que se están yendo de nuestro país para ganarse la vida. Por ejemplo, Alemania está dando trabajo a 50.000 españoles y el número de compatriotas emigrantes a este país aumentó en 2012 en un 11,5%. De los cuatro países en crisis del sur de Europa (los conocidos popularmente como PIGS: Italia, España, Grecia y Portugal) no es nuestro país el que más inmigrantes aporta sino Italia, con 232.772 personas y un incremento interanual del 4,2%.
La locomotora, en riesgo de pararse
Aun así, el país locomotora de Europa tampoco las tiene todas consigo: está viendo las orejas al lobo de la recesión en sus propias puertas. Alemania está generando empleo pero menos de lo que esperaban. Las mismas autoridades (empezando por el Fondo Monetario Internacional) reconocen con la boca pequeña que esto se produce por las políticas de austeridad ordenadas: han creado más paro, han provocado que los ciudadanos dejemos de confiar en una salida a la crisis y han paralizado el consumo interno. A esto habría que sumar los mensajes de algunos gobernantes que parecen tirar más piedras sobre nuestro tejado que intentar solucionar los problemas y de la inanicción de los dirigentes políticos del norte de Europa que en sucesivas cumbres europeas han preferido no coger el toro por los cuernos (unos porque no les interesa porque va contra su política económica y otros por miedo a las consecuencias electorales que tendría ayudar a los países del Sur con fama de derrochadores).
Contradicciones
Lo que uno saca en claro es que la política y la economía están llenas de contradicciones e incongruencias. Ahí van unas cuantas de última hornada: Rodrigo Rato (el mismo que hundió una Bankia ya tocada por el politiqueo) es elegido asesor de Telefónica; Ruiz Gallardón (que se las daba de ser el político del PP más al centro) promueve las medidas más retrógradas en su cartera de Justicia; el PP denuncia las mamandurrias pero pasa por encima la investigación de un Presidente de Diputación en Galicia que puso a 200 afiliados del PP en puestos públicos; Madrid se empeña en presentar candidatura para organizar Olimpiadas en un contexto económico como el actual; la alcaldesa de Madrid lamenta «enormemente» la tragedia del Madrid Arena pero no tarda ni 24 horas en irse de balnearios a Portugal.
Retorcer la realidad
Algunas incongruencias vienen dadas en realidad porque la Política necesita retorcer los argumentos (y los datos) para que estos puedan apoyar sus tesis. La política neoliberal que ganó en las últimas elecciones generales pero que ya gobernaba a su libre albedrio en Madrid, nos ofrece algunas perlas. Por ejemplo, ante el recetazo (el cobro de un euro por receta médica en las farmacias): el PP dice respetarlo en la Comunidad de Madrid pero pide su supresión en Cataluña. Sobre la externalización de 6 hospitales públicos y 27 centros de salud de la región, el PP dice que con esta medida se ahorra dinero pero los informes de gestión de hospitales privados en Valencia indican que el gasto anual por usuario es superior en estos centros privatizados que en los públicos en Madrid. En cualquier caso, lo primero que se entrega a la Sanidad Privada son los hospitales de más reciente creación.
En Tres Cantos, diciembre ha sido relativamente tranquilo aunque el último pleno municipal dejó algunas perlas al hilo de la Ley que obligara a los alcaldes de numerosos municipios a bajarse el sueldo por estar éste por encima o al mismo nivel que gobernantes con mayores responsabilidades. Preguntado por lo que hará al respecto, el PP afirma que «obviamente se cumplirá la ley», lo cual es de perogrullo ya que si no ocurriera así, metería en un lío importante al gobierno local. Con estos mimbres, no es de extrañar que la clase política esté tan denostada en nuestro país.
Boletín tricantino