FINALIZÓ LA RACHA
TRES CANTOS C.D.F. “A” : Mario; Pedro, Gali, Ivo, Suañez (Javi Gómez ´76); Carlos Cerezo, M. Ramos (Diego ´65); Jesús (Sergio ´56), David Alonso, Lalo (David Guerra ´65); M. Castillo.
F.C. VILLANUEVA PARDILLO : Rafa; Lucas, Mateo, Soria, Peque; Diego; Dani Martín (Maño ´62), Ledesma (Barral ´79), Fran (Dani Hdez. ´65), Goal (Jorge ´71); Alberto.
GOLES : 0 – 1 Goal (´53); 0 – 2 Alberto (´89); 1 – 2 Mario M. Castillo (´90 penalty).
ÁRBITROS : Santiago Cardero Arranz, Víctor Herráez Collado y Borja Hidalgo.
Se rompió la buena racha que venía cosechando el equipo merced a un encuentro marcado por el juego directo del C.F. VILLANUEVA DEL PARDILLO, que limitaba su sistema en no dejar hacer a los locales en el centro del campo y lanzamientos largos desde su defensa hasta sus rápidos y peligrosísimos atacantes lo que determinó la forma de llegar de los dos tantos con que se adelantaron en el marcador, el primero en el minuto 53 en que, al lanzamiento de una falta por parte local, suben a su remate los tricantinos con toda su artillería y el rechace de la misma, sin que logren rematar a puerta, se convierte en un rápido contraataque llevado por Goal que se planta solo ante el meta local y, pese a que éste rechaza en un primer momento, el mismo delantero recoge el rechace y le bate sin remisión, y el segundo en las postrimerías del encuentro cuando los visitantes, por medio de Barral, sacan una falta a la altura de la línea media del equipo tricantino enviándola al punto de penalti, dónde Alberto adelantándose a su defensor marca mediante un preciso y precioso testarazo. Una vez cumplido el tiempo reglamentario, el Sr. Cardero colegiado del encuentro, y del cual hablaremos más adelante, señala una pena máxima que el TRES CANTOS, CDF marca dejando el resultado en el tanteo definitivo.
Mal encuentro de los locales que no supieron contrarrestar la presión rival, basada en unos jugadores muy poderosos físicamente, y que tampoco destacaron en jugadas individuales que en otros encuentros han solucionado este tipo de enfrentamientos, ni tan siquiera los cambios, que a lo largo del segundo período entraron en juego desde el banquillo, aportaron solución práctica alguna para mejorar el juego.
El tema arbitral merece capítulo aparte en el cual no nos extenderemos mucho, pero cuando los entrenadores de ambos conjuntos son expulsados, asimismo un jugador del equipo visitante y además saca catorce tarjetas amarillas, eso sí repartidas equitativamente, algo dentro del campo no ha sabido controlar adecuadamente.
Esperemos que éste tropiezo sea circunstancial y que en las próximas jornadas el equipo tricantino recupere las buenas sensaciones de juego que venía teniendo a lo largo de los últimos encuentros.
PRIMA