Excelentísima Sra. Presidenta de la Comunidad de Madrid Sr Alcalde. Miembros de la corporación. Vecinas y vecinos
Comienzo estas reflexiones agradeciendo la invitación que me ha cursado la alcaldía para intervenir en este acto. Gracias.
Voy a compartir con ustedes los recuerdos que mi memoria es capaz de evocar de aquellos años, en los que llegamos aquí unos miles de personas en busca de una calidad de vida anunciada y no proporcionada. Espero no aburrirles.
Mis múltiples y encontrados recuerdos los centraré en los vecinos, sin los que no se hubiera podido construir este sueño.
Perdónenme, por tanto, los compañeros concejales de los gobiernos de esos 12 años, ellos y yo fuimos SOLO el instrumento ejecutor del sentir vecinal.
Mi primer recuerdo es para Antonio Osuna, al que conocí el año 1983, cuando era director del Colegio Gabriel García Márquez, al que traía todas las mañanas desde Madrid a mi hijo mayor, porque aún no me habían entregado la vivienda que tenia adjudicada.
Antonio era un hombre carismático, extrovertido y extraordinariamente inteligente; y además, idealista y luchador.
El soñó este Ayuntamiento y logró cohesionar y encauzar en una dirección positiva el malestar vecinal existente, como consecuencia de las carencias de todo tipo que padecíamos.
Con él trabajamos muchos hombres y mujeres para hacer realidad un sueño. Durante estos años algunos han fallecido. El último, el pasado 16 de febrero, Juan Ignacio Martínez, autor en 1987 del Logotipo TCU. Y concejal de la Gestora inicial.

El emocionado recuerdo de esta persona buena y jovial, me trae también el de otros que ya nos han abandonado y trabajaron por hacer de Tres Cantos la ciudad que hoy disfrutamos:
Manolo Cárdenas, amigo y compañero de Antonio Osuna; desde el internado en los Jesuitas de Chamartín, pasando por el Pozo del Tío Raimundo con el Padre Llanos.
Juan Antonio López, y Marta Menéndez, Concejales del PSOE e IU, capaces y personas de palabra.
Pero,,, Hoy celebramos una fiesta. Los 25 años de este joven Ayuntamiento.
Ayuntamiento, bonita palabra que: muestra la acción y efecto de ayuntar o juntarse. 25 aniversario de la cristalización de la voluntad vecinal de juntarse en defensa de sus intereses.
Nacido un día como hoy de 1991, tras un acuerdo político con el Gobierno de la Comunidad de Madrid dueña de Tres Cantos SA. Y con la participación impagable de Gregorio Poveda, que redactó el expediente de segregación de este municipio del de Colmenar Viejo.
El ímprobo trabajo llevado a cabo durante los cuatro años anteriores y ocho siguientes negociando casi semanalmente con Tres Cantos SA; el fallecido Ramón Romo, Francisco Esquivias, Javier de Oro Pulido, y puntualmente con los consejeros o viceconsejeros en Maudes.
Aquí mis recuerdos viran hacia las estructuras allí negociadas como ésta en la que estamos; parte de un proyecto mayor de vertebración de la ciudad; que con la Casa Consistorial y la Plaza que los une fue realizada por gestión directa de la Consejería de Eduardo Mangada, con diseño y dirección del arquitecto de dicha Consejería Adolfo García-Pablos con la mitad del presupuesto previsto unos años atrás. Arquitecto que plasmo en sus planos los deseos de los futuros usuarios.

Todas las estructuras me evocan recuerdos de personas. La Comandancia, el Ciudad de Columbia, la Casa de la Tercera Edad, la de la Juventud, el Ferial, el Centro de Salud, la Estación, el Tren, el Polideportivo de la Luz, el colegio Antonio Osuna; construido a precio cerrado en tres meses. El tercer instituto y la movilización vecinal para conseguir del Ministerio de Educación la ejecución firmada por Álvaro Marchesi antes de abandonar el ministerio. Y las reuniones con la directora general de construcciones Engracia Hidalgo, que se encargó de achicarlo.
Estos éxitos en los que participé, son los de muchas personas que semana a semana durante 12 años pusieron negro sobre blanco nuestras necesidades. Mientras trabajábamos en un pequeño local en Descubridores, unos barracones metálicos en Músicos, unas plantas del edificio de Tres Cantos y finalmente en el Edificio actual. Tres mudanzas sin perder un papel.
En estos años también hubo derrotas. Las llevo con dignidad, porque no siempre se gana y de ellas se aprende.
Dice el dicho árabe que la derrota es huérfana. No, yo tengo muchas y las he asumido todas. La lista es larga: la ausencia de Cementerio, ausencia del primer colegio concertado laico en Oficios, imposibilidad de levantar un aparcamiento en altura en la estación, incapacidad de solventar el contencioso del Tagarral, Pero como no soy masoquista, no sigo.
Desde esta mirada retrospectiva, hoy me veo como un ser extremadamente afortunado por el destino, que me permitió, haciendo un servicio a mis convecinos, conocer y tratar un sinnúmero de buenas personas y obtener un Master Extraordinario sobre la Antropología, la Sociología y la Psicología humanas que enriquecieron el bagaje cultural que como médico hospitalario he acumulado desde el año 1970.
Doce años de gestión practica, tratando además de con los vecinos, mis jefes, con toda suerte de buitres, cuervos, y cucos; así como otras especies parasitarias de lo publico, que me contaron mas cuentos que a Calleja; y, a veces, obstaculizaron de diversas maneras el andar del proyecto que nos unió en 1987.
También tienen nombres y apellidos. No los he olvidado, pero hoy no merecen ser nombrados.
Como toda obra humana, esta que pusimos a andar unos vecinos puede ser valorada hoy desde las diversas perspectivas del observador. …
A este observador, de hoy o de mañana, le pido: comprensión y benevolencia, porque la “compañía” que monto esta obra, estaba compuesta por aficionados que pusieron, SOLO, todo el corazón en la apasionante tarea de su creación
Hoy; desde esta bella burbuja de aparente bienestar, creada por y para los vecinos, que amo a pesar de sus defectos, y no cambio por otro lugar conocido; hoy; termino mis reflexiones como lo hacia muchas veces Antonio. Con esta declaración de principios que nos guió.
Cultivo una rosa blanca
en junio como en enero
para el amigo sincero
que me da su mano franca.
Y para el cruel que me arranca
el corazón con que vivo,
cardo ni ortiga cultivo;
cultivo la rosa blanca.
Muchas gracias

Jose Luis Rodrigez Eyre