La parentificación es un término que hace referencia a los roles entre padres e hijos. La parentificación puede definirse en pocas palabras como un proceso por medio del cual el niño se convierte en el padre de su padre. Durante el proceso de parentificación, un niño o un chico joven acaba asumiendo una responsabilidad mayor de lo que corresponde a su edad y madurez.
parentificaciónLa Parentificación es muy común en las familias disfuncionales, es decir en familias en donde no están bien definidas las funciones, los horarios, en donde no se potencia el alcanzar metas y el afrontar los diferentes retos a los que uno se ha de enfrentar a lo largo de la vida. Aunque no es necesario que los padres padezcan trastorno completamente configurados para generar procesos de parentificación. Será especialmente llamativo el daño sobre los hijos cuando los padres tengan trastornos como: trastornos de personalidad narcisista, trastorno de personalidad antisocial , trastorno histriónico, trastorno límite de la personalidad y trastorno de la personalidad por dependencia. Los hijos de padres solteros y familias que experimentan altos niveles de estrés son más propensos a experimentar parentificación.
Hay dos tipos de parentificación:
Parentificación Instrumental
Se produce cuando se espera que el niño se haga cargo de necesidades como las domésticas, cuidado de hermanos pequeños y la gestión de otros temas que corresponden a sus padres.
Los adultos parentificados cuando eran niños tienden a generar temores, inseguridades y malestares:
Temen no poder cumplir adecuadamente con sus expectativas.
tienen baja autoestima.
devalúan su inteligencia, dan más valor a los demás que así mismos.
Tienen una marcada tendencia a la vergüenza, la culpa, la ansiedad y la depresión.
Les cuesta asumir su condición de adultos.
Asumen fácilmente el rol cuidador cuando establecen relaciones de amistad o pareja.
Tienden a trabajar muchas horas y les cuesta desconectar una vez salen del trabajo.
Tienden a la codependencia y aceptan más responsabilidad de la que resulta sana dentro de un equilibrio coste/beneficio.
Parentificación Emocional
Se produce cuando se espera que el niño realice tareas y tenga comportamientos como: tranquilizar a los padres cuando están alterados, que protejan a los padres de las consecuencias emocionales de sus acciones…
La parentificación se produce con más frecuencia cuando los padres son más vulnerables: cuando sufren una enfermedad, sufren una situación de pérdida o duelo, están deprimidos o sufren alguna adicción (alcoholismo, por ejemplo).
La perversidad de la parentificación es que el tipo de relación que se establece padre-hijo, se ve reforzada por la actitud de los adultos, que a menudo niegan la realidad del niño y sienten que todo era por su propio bien.
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Signos observables de la Parentificación en padres e hijos:
Padres:
El padre discute y comparte problemas de pareja con sus hijos, incluso más frecuentemente que con otros adultos.
El padre centra su vida y su autoestima en sus hijos .
El padre busca a diario saber cómo se sienten sus hijos con respecto a que están bien y que no se sienten desatendidos.
El padre hace regalos muy especiales para cumpleaños o vacaciones, generando en los hijos unas expectativas muy altas, molestándose incluso si no son mucho mejores que los de otros amigos o compañeros de colegio.
El padre espera que su hijo participe en las actividades de fin de semana y vacaciones, precipitando un fuerte sentimiento de abandone si finalmente no lo hace.
Hijos:
El hijo siente una constante sensación de culpa y una obligación hacia el padre o padres a pesar de responder a la mayoría de las peticiones que recibe.
De adultos, se producen conflictos con la pareja como consecuencia de sentir que se pretende romper el vínculo con sus padres.
El hijo se apoya y busca el reconocimiento de los padres sobre las decisiones que toma en la vida, por encima de la pareja, amigos…
El hijo es incapaz o le resulta extremadamente difícil, decir no a sus padres.
Sus padres son el modelo a seguir, toleran mal las comparaciones con los padres de sus parejas en la edad adulta.
Los hijos parentificados tienden a asumir roles de responsabilidad ante amigos, pareja y trabajo. Tienden además a desarrollar una capacidad empática elevada, que a menudo produce que las personas que les rodean reciban soluciones a problemas incluso antes de que se planteen.
Los hijos tienden a elegir parejas con necesidad de apoyo emocional, económico y/o con necesidad de apoyo para alcanzar metas propias (para acabar los estudios por ejemplo)
Efectos de la parentificación
El niño toma referencias que no corresponden a su nivel de madurez, se compara con otros adultos y es difícil que pueda tener la misma capacidad para entender, juzgar, tomar decisiones, etc, como la que un adulto de verdad tendría. Su sensación puede ser de no estar a la altura, de no hacer suficientemente bien las cosas.
Esta relación entre padre e hijo es especialmente perjudicial. Se le obliga al niño a renunciar a su condición de niño, y además se le encomienda el cuidado de su padre frágil. Una misión imposible de lograr.
En la edad adulta, los niños parentificados, además del tipo de relaciones de pareja que tienden a establecerse, y que mencionaba en el punto 7 de los signos de la parentificación, se observa que a menudo la capacidad para reflexionar sobre sí mismos es mala. Esto, dificulta la toma de decisiones y la expresión de sus necesidades.